1. Fumar engorda. ¿Por qué? Pues tan sencillo porque dejar de fumar incrementa el peso en 4,5 kg tras un año de abstinencia, aumentando la mayor parte en los primeros tres meses. Esto nos dice un meta-análisis publicado en 2012. Nos dice también que un 13% ganó más de 10 kg, pero entre el 16 y el 21% incluso adelgazaron. Pensarás entonces que ni en broma quieres dejar de fumar y ganar esos quilos. Pues bien, sigue leyendo…
2. La Organización Mundial de la Salud dice que: “El tabaco mata cada año a casi 6 millones de personas, de las que más de 6 millones son consumidores del producto y más de 600.000 son no fumadores expuestos al humo de tabaco ajeno (cada 6 segundos muere una persona a causa del tabaco)”. Es decir, yo por no fumar no estoy protegida de los efectos nocivos del tabaco si estoy expuesta al humo del tabaco de otra persona. Y además no hay un nivel seguro de exposición al humo de tabaco ajeno.
3. ¿Sabías que en algunos países de hogares con pocos ingresos, los niños trabajan a menudo en el cultivo de tabaco? ¿Y que estos son especialmente vulnerables a la enfermedad del tabaco verde producida por el contacto con la nicotina?
4. El humo del tabaco contiene más de 4.000 productos químicos, de los cuales se sabe que al menos 250 son nocivos, y más de 50 causan cáncer. Con respecto hace 40 años, los cigarrillos de hoy en día contienen entre 400 y 600 sustancias para crear más adicción en los consumidores.
5. Si estás embarazada y tu médico te dice que es preferible que no dejes de fumar porque el estrés va afectar más a tu bebé que el hecho de que fumes, es un sanitario muy poco informado. NO existe un nivel seguro de consumo de tabaco durante el embarazo. Fumar aunque sea unos pocos cigarrillos al día expone al feto a más de 7.000 substancias tóxicas que pueden afectar su desarrollo y crecimiento. Los recién nacidos de madres fumadoras tienen el doble de riesgo de muerte súbita del lactante, de sufrir abortos o parto prematuro… Y recuerda que también cuenta tabaquismo pasivo: amigos y familiares fumadores, tomad nota.
6. Hay una relación causal entre el tabaquismo de los padres y las enfermedades respiratorias en los hijos. Cerca del 50% de los niños españoles están expuestos diariamente a él en el medio familiar.
7. Es uno de los principales factores de riesgo de varias enfermedades crónicas, como el cáncer y las enfermedades pulmonares y cardiovasculares.
8. Y si todo esto no lo quieres para ti me imagino que para tus hijos, sobrinos, nietos… todavía menos. Pues bien como ya sabéis “dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera”.
Por tanto, si la primera razón que expongo no te convencía para dejar de fumar, quizás las otras te alienten más a hacerlo o al menos a planteártelo. Fumar puede hacer que engordes, pero porque por todo lo expuesto, en algún momento tendrás que dejarlo.
¿Y por qué te cuento todo esto? Porque la mayoría de los fumadores que conocen los peligros del tabaco desean dejarlo, pero un pequeño porcentaje es conocedor de todos los peligros que supone. El asesoramiento y la medicación pueden duplicar con creces la probabilidad de que un fumador que desea abandonar el tabaco lo consiga.
Los beneficios de dejar de fumar se aprecian desde los primeros 20 minutos, donde la presión arterial disminuye, hasta al año donde el riesgo de enfermedad coronaria disminuye a la mitad y a los 5 y 10 años de haberlo dejado, el riesgo de distintos tipos de cáncer (boca, garganta, pulmones…) se reduce también a la mitad.