Según un estudio de la Universidad de Illinois: las personas más optimistas tienen el doble de probabilidades de tener una salud cardiovascular ideal en comparación a aquellas más pesimistas.
Estudio
El estudio dirigido por la principal autora Rosalba Hernández, contó con más de 5.100 adultos de entre 45 y 84 años de distinta procedencia étnica, que fueron seguidos durante 11 años.
Para evaluar la salud cardiovascular de los participantes, se utilizaron los 7 mismos indicadores que utiliza la American Heart Association para definir la salud del corazón:
1. Presión arterial
2. Índice de masa corporal
3. Glucémia en ayunas
4. Niveles de colesterol sérico
5. Ingesta de alimentos
6. Actividad física
7. Consumo de tabaco
Al mismo tiempo, los participantes también completaron encuestas que evaluaban:
1. La salud mental
2. Los niveles de optimismo
3. La salud física
Resultados
Los investigadores encontraron que aquellos individuos que eran más optimistas tenían el doble de probabilidades de tener una salud cardiovascular ideal y el 55% más de probabilidades de tener una puntuación total en salud en el rango intermedio.
Específicamente, se pudo observar un conjunto de diferencias significativas entre las personas optimistas y no optimistas:
- Mejores niveles de azúcar en sangre
- Mejores niveles de colesterol
- Más activos físicamente
- Índice de masa corporal más saludables
- Menor propensión a fumar
Conclusiones
Según Hernández, a nivel de la población, toda esta diferencia moderada en la salud cardiovascular se traduce en una reducción significativa en las tasas de mortalidad. Por lo tanto, esta evidencia sugiere que las estrategias de prevención dirigidas a la modificación del bienestar psicológico (el optimismo), pueden ser una vía potencial para lograr el objetivo de mejorar la salud cardiovascular hasta un 20%
Más información: Estudio completo (DOI) accesible en 10.14485/HBPR.2.1.6