Los beneficios del silencio

Si hay algo de lo que carecemos en la sociedad actual es de tiempo. Es, sin duda, la principal carencia de nuestra era. La atención es otra de las principales carencias, debida, sobre todo, al entorno digital en el que vivimos, que se ha demostrado que provoca pérdida de atención, menos memoria a corto plazo y menos capacidad verbal.

Y por último, la tercera gran carencia de nuestra era, muy relacionada con los dos anteriores, es el silencio.

¿Qué es el silencio?

El silencio es ausencia de sonido, y también debemos entenderlo como ausencia de estímulos. Teniendo en cuenta que consultamos nuestro móvil 150 veces al día, es evidente que, ante el menor atisbo de silencio (o ausencia de estímulo) lo intentamos suplir con contenido de aplicaciones, redes sociales, noticias, el e-mail, podcasts… Por eso, es tan importante buscar momentos de silencio en nuestro día a día.

beneficios silencio

El neurocientífico francés Michel Le Van Quyen afirma que “el silencio es esencial para regenerar nuestro cerebro”

Le Van Quyen es autor del libro Cerebro y silencio, en el que analiza, valiéndose de la neurociencia, los diferentes tipos de silencio y sus consecuencias en nuestro cuerpo y cerebro recurriendo a investigaciones recientes: “Hay un silencio exterior, que es la ausencia de ruido, y un silencio interior: esos momentos en que logramos reducir el ruido de fondo de nuestros pensamientos. Ambos son esenciales para nuestra salud”.

Como consecuencia de una exposición crónica al ruido, «la capacidad del individuo para regular su tasa de cortisol puede quedar inhibida» y con la subida de ésta, si es sostenida en el tiempo, bajan las defensas. He aquí una de las consecuencias directas de la ausencia de calma: la debilitación del sistema inmune. Le Van Quyen cita en su libro otra investigación que se hizo con un grupo de niños que sufrían bronquitis que, a la vez, estaban expuestos a ruidos de más de 53 decibelios durante la noche. Sus recursos para afrontar la enfermedad estaban debilitados por este motivo.

Se ha demostrado una relación entre la exposición al ruido, el descenso del rendimiento escolar y el aumento del riesgo de dislexia. El reposo o silencio cerebral es vital para la regeneración. Es esencial para la crea­tividad, la memoria y la construcción de uno mismo.

Un estudio de la Universidad de Virginia, Estados Unidos, descubrió que un 67% de los hombres y un 25% de las mujeres preferían estar haciendo cualquier cosa –incluso haciéndose daño a sí mismos con dosis de electrochoque– antes que estar en silencio solos con sus propios pensamientos durante 15 minutos.

En un estudio publicado en el 2013 sumergieron en el silencio a ratones durante dos horas diarias y observaron cómo se creaba una cantidad mayor de células nuevas en el hipocampo. Dos minutos de silencio bastan para disminuir la presión arterial y el ritmo cardiaco, según un estudio de la Universidad de Pavia. La práctica del mindfulness nos puede ayudar a la hora de incorporar el silencio en nuestras vidas.

No en vano, el ruido constituye el segundo factor de contaminación más dañino en nuestro continente. La Unión Europea recomienda no exponerse durante mucho tiempo a más de 55 dB (decibelios), que son los que generan un televisor a volumen medio, una aspiradora o batidora no muy ruidosa o una oficina con mucha actividad.

Ya lo dijo Pascal: “Toda la desgracia de los hombres viene de no saber permanecer en reposo en una habitación”.

Suscríbete a la newsletter

×ATENCIÓ: Cookies no configurades en l'idioma actual. Revisa la teva configuració al plugin, gràcies!